1. Introducción a los Trastornos del Neurodesarrollo
Los trastornos del neurodesarrollo, tal como se definen en el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM-5), son un conjunto de afecciones con un inicio temprano, que suelen manifestarse antes de la edad escolar. Se caracterizan por déficits en el desarrollo que impactan el funcionamiento personal, social, académico u ocupacional. Estos déficits varían en intensidad y se presentan como un continuo de habilidades, desde limitaciones muy específicas hasta impedimentos globales.1.1. Definición y Alcance
Los trastornos del neurodesarrollo son condiciones crónicas que reflejan una disfunción en el cerebro que se manifiesta durante el desarrollo. Afectan áreas clave del funcionamiento como:
- Adquisición de habilidades: Dificultad en el aprendizaje de nuevas habilidades motoras, cognitivas, de lenguaje o sociales.
- Funciones cerebrales específicas: Problemas con la atención, la memoria de trabajo, la planificación o el control de impulsos (funciones ejecutivas).
- Procesamiento de la información: Dificultades para interpretar la información sensorial o social.
1.2. Factores Etiológicos
La etiología de los trastornos del neurodesarrollo es compleja y multifactorial, implicando una interacción de factores genéticos y ambientales.
1.2.1. Factores Genéticos
La genética juega un papel crucial. Muchos trastornos del neurodesarrollo tienen una fuerte base hereditaria.
- Genes específicos: Se han identificado genes específicos asociados con un mayor riesgo de desarrollar condiciones como el Trastorno del Espectro Autista (TEA) y el Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH). Sin embargo, rara vez un solo gen es el responsable; más comúnmente, son múltiples genes de riesgo que interactúan entre sí.
- Anomalías cromosómicas: Síndromes genéticos como el Síndrome de Down (trisomía del cromosoma 21) o el Síndrome de X Frágil (mutación en el gen FMR1) a menudo se asocian con discapacidad intelectual y otras características del neurodesarrollo.
- Mutaciones de novo: Mutaciones genéticas que no se heredan de los padres, sino que ocurren espontáneamente en el individuo, también pueden contribuir al desarrollo de estos trastornos.
1.2.2. Factores Ambientales
Los factores ambientales pueden interactuar con la predisposición genética o actuar independientemente.
1. Exposición prenatal:
- Infecciones maternas: Rubéola, citomegalovirus, toxoplasmosis durante el embarazo.
- Exposición a toxinas: Alcohol (Síndrome Alcohólico Fetal), ciertos medicamentos (valproato), plomo, pesticidas.
- Ejemplo: El consumo de alcohol durante el embarazo puede llevar a defectos cerebrales y problemas de comportamiento y cognitivos en el niño.
2. Complicaciones perinatales:
- Prematuridad extrema: El nacimiento muy prematuro aumenta el riesgo de problemas en el desarrollo cerebral.
- Bajo peso al nacer: Asociado con un mayor riesgo de TDAH y otros trastornos.
- Hipoxia/Isquemia: Falta de oxígeno o flujo sanguíneo al cerebro durante el nacimiento.
3. Factores postnatales:
- Traumatismos craneoencefálicos severos: Lesiones cerebrales en la primera infancia.
- Infecciones graves: Meningitis o encefalitis.
- Malnutrición severa: Especialmente en períodos críticos del desarrollo cerebral.
Es crucial entender que la mayoría de los trastornos del neurodesarrollo no tienen una única causa identificable, sino que surgen de una compleja interacción entre estos factores.
2. Clasificación de los Trastornos del Neurodesarrollo (Según el DSM-5)
El DSM-5 agrupa los trastornos del neurodesarrollo en varias categorías principales, cada una con características distintivas.
2.1. Discapacidad Intelectual (Trastorno del Desarrollo Intelectual)
Se caracteriza por déficits en las funciones intelectuales (razonamiento, resolución de problemas, planificación, pensamiento abstracto, juicio, aprendizaje académico y aprendizaje a partir de la experiencia) y en el funcionamiento adaptativo (incumplimiento de los estándares de desarrollo y socioculturales para la autonomía personal y la responsabilidad social).
2.1.1. Criterios Diagnósticos Clave
- Déficits en el funcionamiento intelectual: Confirmados por una evaluación clínica y pruebas de inteligencia estandarizadas individualizadas.
- Déficits en el funcionamiento adaptativo: Que resultan en fracaso para cumplir los estándares de desarrollo y socioculturales para la autonomía personal y la responsabilidad social. Estos déficits limitan el funcionamiento en una o más actividades de la vida diaria, como la comunicación, la participación social y la vida independiente.
- Inicio durante el período del desarrollo: Los déficits intelectuales y adaptativos deben manifestarse durante la infancia o adolescencia.
2.1.2. Niveles de Gravedad
El DSM-5 clasifica la discapacidad intelectual en leve, moderada, grave y profunda, basándose más en el nivel de deterioro del funcionamiento adaptativo que en el coeficiente intelectual (CI) únicamente.
- Leve: Dificultades en el aprendizaje académico, pero pueden alcanzar la autonomía en la vida diaria con apoyo. Pueden tener empleo y relaciones sociales.
- Moderada: Necesitan apoyo sustancial en el aprendizaje académico y habilidades adaptativas. Pueden vivir en residencias supervisadas y trabajar en entornos protegidos.
- Grave: Necesitan apoyo continuo en todas las actividades de la vida diaria. La comunicación es limitada, pero pueden entender instrucciones básicas.
- Profunda: Dependencia completa para el cuidado personal. Comunicación muy limitada, generalmente no verbal.
2.1.3. Ejemplos
- Niño con Síndrome de Down: Presenta retrasos significativos en el desarrollo motor y del lenguaje, y dificultades en el aprendizaje de conceptos académicos como la lectura y las matemáticas. Necesitará apoyo educativo especializado y entrenamiento en habilidades de la vida diaria.
- Adulto con Discapacidad Intelectual Leve: Puede vivir de forma independiente, trabajar en un empleo no cualificado con supervisión mínima y mantener relaciones sociales, pero puede tener dificultades para manejar las finanzas complejas o tomar decisiones importantes sin orientación.
2.2. Trastornos de la Comunicación
Estos trastornos se caracterizan por déficits en el lenguaje, el habla y la comunicación social.
2.2.1. Trastorno del Lenguaje
Dificultades persistentes en la adquisición y uso del lenguaje en todas sus modalidades (escrito, oral, de signos u otras), debido a déficits en la comprensión o la producción del vocabulario, la estructura de las oraciones y el discurso.
- Ejemplo: Un niño de 4 años que solo usa frases de dos palabras, tiene un vocabulario muy limitado y dificultades para entender instrucciones complejas.
2.2.2. Trastorno Fonológico (Trastorno de los Sonidos del Habla)
Dificultad persistente en la producción de sonidos del habla que interfiere con la inteligibilidad del habla o impide la comunicación de mensajes.
Ejemplo: Un niño de 6 años que sigue sustituyendo sonidos ("tate" por "café", "pato" por "gato"), haciendo que sea difícil entender lo que dice, a pesar de tener una buena comprensión del lenguaje.
2.2.3. Trastorno de la Fluidez de Inicio en la Infancia (Tartamudeo)
Alteraciones en la fluidez y el patrón temporal del habla, que son inapropiadas para la edad del individuo. Se caracterizan por repeticiones de sonidos o sílabas, prolongaciones de sonidos, palabras fragmentadas, bloqueos, entre otros.
Ejemplo: Un niño que al hablar repite la primera sílaba de las palabras ("ma-ma-ma-mamá") o experimenta bloqueos donde no puede producir ningún sonido por un momento.
2.2.4. Trastorno de la Comunicación Social (Pragmático)
Dificultades persistentes en el uso social de la comunicación verbal y no verbal. Esto incluye déficits en el uso de la comunicación para fines sociales, la capacidad de adaptar la comunicación al contexto, seguir las reglas de conversación y narración, y comprender significados implícitos o no literales.
Ejemplo: Un adolescente que tiene dificultades para mantener una conversación recíproca (habla solo de sí mismo), no entiende el sarcasmo o las bromas, o no sabe cómo saludar o despedirse adecuadamente en diferentes contextos sociales.
2.3. Trastorno del Espectro Autista (TEA)
El TEA se caracteriza por déficits persistentes en la comunicación social y la interacción social en múltiples contextos, y por patrones de comportamiento, intereses o actividades restringidos y repetitivos.
2.3.1. Criterios Diagnósticos Clave
1. Déficits en la comunicación social y la interacción social:
- Reciprocidad socioemocional: Dificultad para iniciar o mantener conversaciones, compartir intereses o emociones, o responder apropiadamente en interacciones sociales.
- Comportamientos comunicativos no verbales: Contacto visual atípico, dificultades para comprender y usar gestos, expresiones faciales o posturas corporales.
- Desarrollo, mantenimiento y comprensión de las relaciones: Dificultad para hacer amigos, comprender las convenciones sociales o adaptar el comportamiento a diferentes contextos sociales.
2. Patrones de comportamiento, intereses o actividades restringidos y repetitivos:
- Movimientos motores, uso de objetos o habla estereotipados o repetitivos (p. ej., aleteo de manos, balanceo del cuerpo, ecolalia).
- Insistencia en la uniformidad, adherencia inflexible a rutinas o patrones ritualizados de comportamiento verbal o no verbal (p. ej., gran malestar ante pequeños cambios, dificultades con las transiciones).
- Intereses muy restringidos y fijos que son anormales en intensidad o foco (p. ej., fuerte apego a objetos inusuales, preocupación excesiva por temas específicos).
- Hiper o hiporreactividad a los estímulos sensoriales o intereses inusuales en aspectos sensoriales del entorno (p. ej., indiferencia aparente al dolor/temperatura, respuesta adversa a sonidos o texturas específicas, fascinación visual con luces o movimiento).
2.3.2. Niveles de Gravedad
El TEA se especifica por niveles de apoyo necesarios (Nivel 1: Requiere apoyo, Nivel 2: Requiere apoyo sustancial, Nivel 3: Requiere apoyo muy sustancial), tanto para los déficits de comunicación social como para los comportamientos restringidos/repetitivos.
2.3.3. Ejemplos
- Niño con TEA Nivel 2: No establece contacto visual, no responde cuando se le llama por su nombre, solo juega con juguetes de una manera repetitiva (por ejemplo, alineando coches) y se angustia mucho si se cambia el orden de su rutina diaria. Puede tener ecolalia (repite frases que escucha).
- Adulto con TEA Nivel 1 (anteriormente conocido como Síndrome de Asperger): Puede tener un lenguaje fluido y un CI promedio o superior, pero le cuesta comprender el sarcasmo, las dobles intenciones o las normas sociales implícitas. Tiende a hablar extensamente sobre sus intereses restringidos sin percibir el desinterés de los demás y puede sentirse abrumado por ambientes con mucho ruido o luces brillantes.
2.4. Trastorno por Déficit de Atención/Hiperactividad (TDAH)
El TDAH se caracteriza por un patrón persistente de inatención y/o hiperactividad-impulsividad que interfiere con el funcionamiento o el desarrollo.
2.4.1. Criterios Diagnósticos Clave
Inatención:
- Frecuentemente falla en prestar atención a los detalles o comete errores por descuido en las tareas escolares, en el trabajo o durante otras actividades.
- Frecuentemente tiene dificultades para mantener la atención en tareas o actividades lúdicas.
- Frecuentemente no sigue las instrucciones y no termina las tareas escolares, los quehaceres o las obligaciones en el lugar de trabajo.
- Frecuentemente tiene dificultades para organizar tareas y actividades.
- Frecuentemente evita, le disgusta o se muestra renuente a dedicarse a tareas que requieren un esfuerzo mental sostenido.
- Frecuentemente pierde cosas necesarias para tareas o actividades (p. ej., materiales escolares, lápices, libros, herramientas, carteras, llaves, papeleo, gafas, teléfonos móviles).
- Frecuentemente se distrae con facilidad por estímulos externos.
- Frecuentemente es olvidadizo en las actividades cotidianas.
Hiperactividad e Impulsividad:
- Frecuentemente juguetea o golpea con las manos o los pies, o se retuerce en el asiento.
- Frecuentemente se levanta en situaciones en las que se espera que permanezca sentado.
- Frecuentemente corretea o trepa en situaciones en las que no resulta apropiado.
- Es incapaz de jugar o dedicarse a actividades de ocio tranquilamente.
- Frecuentemente "está ocupado" o actúa como si "fuera impulsado por un motor".
- Frecuentemente habla excesivamente.
- Frecuentemente suelta respuestas antes de haber sido terminada la pregunta.
- Frecuentemente tiene dificultades para esperar su turno.
- Frecuentemente interrumpe o se inmiscuye con otros.
2.4.2. Presentaciones del TDAH
El DSM-5 identifica tres presentaciones:
- Presentación predominante con inatención: Si se cumplen suficientes síntomas de inatención, pero no de hiperactividad/impulsividad.
- Presentación predominante con hiperactividad/impulsividad: Si se cumplen suficientes síntomas de hiperactividad/impulsividad, pero no de inatención.
- Presentación combinada: Si se cumplen suficientes síntomas tanto de inatención como de hiperactividad/impulsividad.
2.4.3. Ejemplos
- Niño con TDAH (presentación combinada): No puede quedarse sentado en el pupitre, se levanta constantemente, interrumpe al maestro y a los compañeros, le cuesta seguir las instrucciones y no termina las tareas en clase ni en casa. Pierde sus materiales escolares con frecuencia.
- Adulto con TDAH (presentación con inatención): Puede parecer tranquilo, pero tiene dificultades para mantener la concentración en el trabajo, procrastina las tareas que requieren un esfuerzo mental sostenido, llega tarde a las citas y tiene problemas para organizar sus finanzas o proyectos personales.
2.5. Trastorno Específico del Aprendizaje
Dificultades persistentes en el aprendizaje y el uso de aptitudes académicas fundamentales, que persisten al menos durante 6 meses a pesar de la provisión de intervenciones dirigidas a estas dificultades. Los déficits son evidentes en al menos una de las siguientes áreas: lectura de palabras, comprensión lectora, ortografía, expresión escrita, cálculo numérico o razonamiento matemático.
2.5.1. Con Dificultad en la Lectura (Dislexia)
- Dificultades para reconocer palabras de forma precisa o fluida, para la decodificación y para la ortografía.
Ejemplo: Un estudiante con dislexia puede leer muy lentamente, confundir letras similares (b/d, p/q), tener dificultades para segmentar palabras en sonidos o para unir sonidos para formar palabras.
2.5.2. Con Dificultad en la Expresión Escrita (Disgrafia)
- Dificultades para la exactitud de la ortografía, la gramática y la puntuación, o la claridad u organización de la expresión escrita.
Ejemplo: Un estudiante con disgrafia puede tener una letra ilegible, cometer numerosos errores de ortografía y puntuación, y producir textos desorganizados o con ideas poco claras, a pesar de tener ideas.
2.5.3. Con Dificultad en las Matemáticas (Discalculia)
- Dificultades en el sentido numérico, la memorización de operaciones aritméticas, el cálculo preciso o fluido, o el razonamiento matemático.
Ejemplo: Un estudiante con discalculia puede tener problemas para contar, para recordar las tablas de multiplicar, para entender el valor posicional de los números o para resolver problemas matemáticos que requieren múltiples pasos de razonamiento.
2.6. Trastornos Motores
Incluyen el trastorno del desarrollo de la coordinación, el trastorno de movimientos estereotipados y los trastornos de tics.
2.6.1. Trastorno del Desarrollo de la Coordinación
- Dificultades en la adquisición y ejecución de habilidades motoras coordinadas, que son significativamente inferiores a lo esperado para la edad cronológica del individuo, dadas las oportunidades de aprendizaje.
2.6.2. Trastorno de Movimientos Estereotipados
- Comportamiento motor repetitivo, aparentemente impulsivo y no funcional (p. ej., sacudir las manos, mecerse, golpearse la cabeza, morderse a sí mismo).
2.6.3. Trastornos de Tics (incluyendo el Trastorno de Tourette)
Los tics son vocalizaciones o movimientos súbitos, rápidos, recurrentes, no rítmicos.
- Trastorno de Tourette: Presencia de tics motores múltiples y uno o más tics vocales durante al menos un año.
Ejemplo: Una persona que parpadea repetidamente, encoge los hombros, y emite sonidos guturales o repite palabras o frases (ecolalia).
3. Diagnóstico y Evaluación
El diagnóstico de los trastornos del neurodesarrollo es un proceso complejo que requiere un enfoque multidisciplinario. No existe una única prueba médica para la mayoría de estos trastornos.
3.1. Proceso de Evaluación
- Historial de desarrollo: Recopilación de información detallada sobre el embarazo, el nacimiento, los hitos del desarrollo (gateo, habla, caminar), y el comportamiento y desarrollo a lo largo del tiempo.
- Observación clínica: Observación estructurada y no estructurada del comportamiento del niño en diferentes entornos (clínica, hogar, escuela).
- Entrevistas: Con padres/cuidadores, maestros y, si es apropiado, con el propio individuo.
- Evaluaciones estandarizadas:
- Pruebas de inteligencia: Para evaluar el funcionamiento intelectual (WISC, Stanford-Binet).
- Pruebas de desarrollo: Para evaluar hitos del desarrollo (Bayley Scales of Infant and Toddler Development).
- Escalas de valoración: Para evaluar síntomas específicos (escalas de Conners para TDAH, ADOS-2 para TEA).
- Pruebas neuropsicológicas: Para evaluar funciones ejecutivas, memoria, atención, etc.
- Exámenes médicos: Para descartar otras condiciones médicas que puedan estar causando o contribuyendo a los síntomas (pruebas genéticas, imágenes cerebrales en algunos casos específicos).
- Colaboración con profesionales: Pediatras, neurólogos pediátricos, psiquiatras infantiles y adolescentes, psicólogos clínicos, logopedas, terapeutas ocupacionales, educadores especiales.
3.2. Importancia del Diagnóstico Temprano
El diagnóstico temprano es fundamental porque permite:
- Intervención temprana: Las terapias iniciadas a edades tempranas, cuando el cerebro es más maleable, tienen el mayor impacto en el desarrollo y el pronóstico a largo plazo.
- Acceso a servicios y apoyos: Las familias pueden acceder a programas educativos especializados, terapias y recursos comunitarios.
- Reducción del estrés familiar: Un diagnóstico puede proporcionar una explicación a las dificultades del niño, reduciendo la confusión y la culpa de los padres.
- Prevención de problemas secundarios: Como la baja autoestima, la ansiedad, la depresión o los problemas de conducta que pueden surgir cuando las necesidades del niño no son comprendidas ni atendidas.
4. Intervenciones y Tratamientos
El tratamiento de los trastornos del neurodesarrollo es individualizado y multidisciplinario, centrándose en las necesidades específicas de cada persona. No existe una "cura", pero las intervenciones pueden mejorar significativamente el funcionamiento y la calidad de vida.
4.1. Intervenciones Basadas en la Evidencia
4.1.1. Terapias Conductuales y del Desarrollo
- Análisis Conductual Aplicado (ABA): Especialmente para el TEA, utiliza principios de aprendizaje para enseñar habilidades de comunicación, sociales y adaptativas.
- Terapia de Juego: Para niños pequeños, ayuda a desarrollar habilidades sociales y emocionales.
- Terapia Cognitivo-Conductual (TCC): Para manejar la ansiedad, la depresión, la ira y las dificultades de afrontamiento en niños mayores y adolescentes con TDAH o TEA.
Ejemplo: Enseñar a un adolescente con TDAH a identificar sus pensamientos negativos sobre la tarea y reemplazarlos por otros más positivos para mejorar su motivación.
4.1.2. Terapias del Lenguaje y la Comunicación
- Logopedia: Para abordar dificultades en el habla, el lenguaje expresivo o receptivo, y la comunicación pragmática.
Ejemplo: Un logopeda trabajando con un niño con TEA para mejorar su contacto visual y su capacidad para iniciar una conversación.
4.1.3. Terapia Ocupacional
- Para abordar desafíos en las habilidades motoras finas y gruesas, el procesamiento sensorial y las habilidades de la vida diaria (vestirse, comer).
Ejemplo: Un terapeuta ocupacional ayudando a un niño con trastorno del desarrollo de la coordinación a mejorar su escritura a mano o a un niño con TEA a tolerar diferentes texturas de alimentos.
4.1.4. Fisioterapia
- Para mejorar la fuerza, el equilibrio, la coordinación y las habilidades motoras gruesas en trastornos motores o condiciones asociadas.
Ejemplo: Un fisioterapeuta trabajando con un niño con parálisis cerebral para mejorar su marcha y equilibrio.
4.1.5. Apoyos Educativos y Educadores Especiales
- Programas educativos individualizados (PEI): Planes adaptados a las necesidades del estudiante, con objetivos y servicios específicos.
- Adaptaciones en el aula: Tiempo adicional, asientos preferenciales, uso de ayudas visuales, materiales adaptados.
- Enseñanza especializada: Métodos de enseñanza alternativos y estrategias para abordar las dificultades de aprendizaje.
Ejemplo: Un estudiante con dislexia que recibe instrucción fonológica intensiva y utiliza software de lectura con texto a voz.
4.2. Tratamiento Farmacológico
Los medicamentos no curan los trastornos del neurodesarrollo, pero pueden ser muy efectivos para manejar síntomas específicos o condiciones comórbidas.
Para el TDAH:
- Estimulantes: (metilfenidato, anfetaminas) Son los más comunes y eficaces para reducir la inatención, la hiperactividad y la impulsividad.
- No estimulantes: (atomoxetina, guanfacina, clonidina) También pueden ser efectivos, especialmente si los estimulantes no son tolerados o no son suficientes.
- Ejemplo: La medicación puede ayudar a un niño con TDAH a concentrarse mejor en la escuela, lo que facilita su aprendizaje y reduce los problemas de conducta.
Para el TEA: No hay medicamentos para los síntomas centrales del TEA, pero se pueden usar para tratar problemas asociados como:
- Irritabilidad/Agresividad: Risperidona, aripiprazol (antipsicóticos atípicos).
- Ansiedad/Depresión: Inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS).
- Tics: Medicamentos para los tics (como clonidina o guanfacina).
- Ejemplo: Un adolescente con TEA que toma un ISRS para controlar la ansiedad social que le impide ir a la escuela.
Otros trastornos: Medicamentos pueden ser utilizados para controlar convulsiones en la discapacidad intelectual, o para tics en el Síndrome de Tourette.
5. Coexistencia (Comorbilidad) de Trastornos del Neurodesarrollo
La comorbilidad es muy común en los trastornos del neurodesarrollo, lo que significa que un individuo puede ser diagnosticado con más de una condición. Esto complica el diagnóstico y el tratamiento, pero es fundamental reconocerlo para un abordaje integral.
5.1. Comorbilidad Frecuente
- TDAH y TEA: Se estima que entre el 30% y el 50% de las personas con TEA también cumplen los criterios para TDAH. Ambos comparten dificultades en las funciones ejecutivas y la atención, pero las causas subyacentes son diferentes.
Ejemplo: Un niño con TEA que también tiene dificultades severas de inatención e impulsividad que requieren medicación para el TDAH, además de terapias para el TEA.
- TDAH y Trastornos Específicos del Aprendizaje: Muy común, ya que la inatención y las dificultades en las funciones ejecutivas pueden impactar negativamente el rendimiento académico.
Ejemplo: Un estudiante con TDAH que, a pesar de mejorar su atención con medicación, sigue teniendo dificultades significativas en la lectura que justifican un diagnóstico de dislexia.
- TEA y Discapacidad Intelectual: Aproximadamente un 30% de las personas con TEA también tienen algún grado de discapacidad intelectual.
- Trastornos de la Comunicación y otros trastornos: Las dificultades del lenguaje son comunes en el TEA, la discapacidad intelectual y el TDAH.
- Trastornos de Tics y TDAH/TOC: El TDAH y el Trastorno Obsesivo-Compulsivo (TOC) son comúnmente comórbidos con los trastornos de tics, especialmente el Síndrome de Tourette.
6. Consideraciones a lo largo de la Vida
Los trastornos del neurodesarrollo son condiciones crónicas que acompañan a la persona a lo largo de su vida, aunque sus manifestaciones y el nivel de apoyo necesario pueden cambiar con la edad y las etapas del desarrollo.
6.1. Infancia y Niñez Temprana
- Detección: Los signos tempranos pueden ser sutiles (retrasos en el habla, falta de contacto visual, irritabilidad excesiva).
- Intervención temprana: Es el período más crítico para la plasticidad cerebral.
6.2. Edad Escolar
- Impacto académico: Dificultades en el aprendizaje, la atención, el comportamiento en el aula.
- Desafíos sociales: Dificultades para hacer amigos, entender las normas sociales.
- Necesidad de apoyos educativos: Programas individualizados, adaptaciones en el aula.
6.3. Adolescencia
- Transición: Hacia la mayor independencia, preparación para la vida adulta.
- Mayores demandas sociales y académicas: Presión de grupo, relaciones románticas, preparación para la universidad o el trabajo.
- Comorbilidad psiquiátrica: Mayor riesgo de ansiedad, depresión, abuso de sustancias, problemas de conducta.
Ejemplo: Un adolescente con TDAH y dislexia que lucha con la carga académica y la presión de elegir una carrera, experimentando ansiedad y baja autoestima.
6.4. Edad Adulta
- Vida independiente: Vivienda, empleo, relaciones interpersonales.
- Autogestión: Finanzas, cuidado personal, responsabilidades.
- Empleo: Encontrar y mantener un trabajo que se adapte a las fortalezas y minimice el impacto de las dificultades.
- Relaciones: Desarrollo y mantenimiento de relaciones significativas.
- Apoyo continuo: Muchos adultos continúan necesitando apoyo en diferentes áreas de su vida, ya sea a través de terapia, medicación, adaptaciones en el trabajo o apoyo en la comunidad.
Ejemplo: Un adulto con TEA que es muy competente en su trabajo de programación, pero necesita entrenamiento en habilidades sociales para manejar las reuniones de equipo y la comunicación con sus compañeros.